El Grabado & Mi Proceso.
El grabado es una disciplina artística en la que se utilizan diferentes procesos, que tienen en común el dibujar una imagen sobre una superficie rígida llamada matriz, dejando una huella que después aloja tinta y es transferida a otra superficie como papel o tela, lo que permite obtener varias reproducciones.
El desarrollo de mi obra empezó con la búsqueda de un canal que sirviera de desahogo de emociones muy íntimas. Sirvió de lenguaje para expresar sentimientos que en su momento no tenían voz. Fue una forma de reparar aspectos de mi, que a mis ojos necesitaban ser reparados. Conforme he ido madurando como persona y como artista, me doy cuenta del privilegio y responsabilidad que conlleva la comunicación a través de mi trabajo. He observado como mi trabajo va obteniendo a través de los años un balance entre lo intuitivo y lo intencional a la hora de comunicar, tratando de que el mensaje sea para cualquiera que en ella encuentre afinidad. Creo que el más grande fin que veo como artista es que mi trabajo invite a la reflexión.
Creo que nací “hacedora” y tuve la dicha de crecer entre mujeres artistas. Entre los recuerdos más bellos de mi niñez está el sentarme a la mesa con mi abuela, mi mamá y mis tías a escuchar sus relatos de vida mientras cada una pintaba, bordaba o tejía. Mientras ellas platicaban acerca de sus memorias y experiencias sus manos se dedicaban a crear. Me sentía incluida y quería ser parte de lo que creaban mientras mi imaginación se dedicaba a dar vida a todas sus historias. Tal vez ellas también “remendaban” sus almas a través de las artes manuales y yo aprendí a hacerlo con su ejemplo.
Mi obra en general es una combinación de varias técnicas las cuales sirven de ventana hacia lo que hay dentro de mi. Así empezó mi creación, hablando de lo más cercano a mi, de mis pensamientos, mis creencias, hablando de lo que sé y una especie de autoconocimiento.
Uno de los elementos que se ven en mi obra con frecuencia es el vestido el cual utilizo como representación de este cuerpo femenino que escogí para esta vida, es mi casa, mi vehículo el cual no es mi esencia pero con él represento visualmente lo intangible. Utilizo imágenes un tanto infantiles que hablan más que de memorias de mi niñez, de esta niña interna a la que he aprendido a amar y a cuidar. Creo que mi obra es reflejo de un largo y continuo trabajo interno, de autoconocimiento, reconocimiento y de aprendizaje del amor propio.
La etapa en la que actualmente me encuentro conlleva el deseo de compartir este aprendizaje y ganas de contagiar esta sed de descubrimiento propio. Es una invitación al mágico viaje del héroe, el cual somos cada uno de nosotros: el personaje principal de nuestra propia historia.
Siempre me he considerado más corazón que cerebro. Usualmente la obra nace en mi imaginación en un momento de total armonía y conexión con el todo. Esta toma forma y muy pocas veces el resultado es igual al de mi imaginación. He aprendido a estar bien con esto y dejar que la obra fluya sin tratar de controlarla. El grabado se presta para esto. Los movimientos rítmicos de las gubias se asemejan a un mantra en el cual cada línea forma parte esencial de un todo. Ninguna sobra y ninguna falta. Me siento en completa paz cuando tallo la madera dejando que las manos fluyan en compás dejándome sorprender por el resultado y disfrutando el mágico momento en el cual la tinta lo revela.
En la mayor parte de mi obra se fusionan varias técnicas artísticas y me permito romper reglas. El grabado se presta para ser combinado y el que sea reproducible multiplica las posibilidades.
Es con la intención de compartir el amor y conocimiento de la técnica que recientemente monté mi estudio de grabado en Antigua Guatemala ya que considero que el trabajo con otros artistas nutre la propia obra, crea canales para la reflexión y fomenta la creatividad.
Acerca de la Encáustica
Siempre me ha interesado el proceso de creación de arte y siento mucha curiosidad por los diferentes resultados que se obtienen al combinar diferentes técnicas y medios. La pintura encáustica es una técnica antigua que requiere mezclar cera de abejas con resina y pigmentos en polvo para preparar las pinturas. Tuve mi primer encuentro con la pintura encáustica en un taller en el que descubrí el placer que se encuentra en el aroma de la cera de abejas en combinación con la resina y la libertad de hacer mis propias pinturas mezclando diferentes pigmentos. La preparación de las pinturas y los materiales es arte en sí mismo. Después de tomar el taller, me quedé sedienta y ansiosa por profundizar mi comprensión de la técnica y sus infinitas posibilidades. Comencé a combinar fotos, mapas y recuerdos de papel con pintura encáustica que lentamente se transformaron en piezas tridimensionales que tomaron la forma de vestidos y zapatos que hablaban de mis reflexiones sobre identidad y autodescubrimiento.
Acerca del bordado y el uso de hilos
Crecí rodeada de mujeres amantes de las artes manuales. Ellas compartían con cariño su oficio con las generaciones más jóvenes. Los más lindos recuerdos de mi infancia suelen incluir una mesa llena de mujeres charlando y compartiendo sabiduría mientras sus manos creaban belleza y arte. Este fue mi primer encuentro con el bordado y el uso de hilo y telas. Me gusta añadir bordados o algún tipo de puntada a mi trabajo como una forma de honrar a estas mujeres y a mis antepasados en general. Disfruto las charlas conmigo misma mientras mis manos realizan los movimientos repetitivos de las puntadas o las líneas talladas en la superficie del grabado.
Acerca del grabado
Mi primer encuentro con el grabado fue con la xilografía. Al explorar la xilografía, encuentro características que combinan armoniosamente con la encáustica y las fibras y es así como me dedico a explorar las diferentes técnicas de grabado y este pasa poco a poco a tomar protagonismo en mi obra.
Grabado en Relieve
Xilografía Litografía Gofrado
